Seguramente
las llevaría todos los lunes porque odio los lunes y entonces empezaría
la semana siendo viernes. Y siempre que lloviese me las pondría también
y entonces saldría el sol y el cielo sería azul, azul y brillante. Me
las pondría cuando leyese el periódico, entonces no existirían malas
noticias y cuando saliese a la calle con ellas puestas no vería a nadie
llorar, ni mendigar, ni pasar hambre, nadie robaría ni pegaría al que
tiene al lado, y todos acabarían bailando como en un musical de la tele.
Las cosas serían bonitas y fáciles, seguramente no existirían los agobios, los reproches y los malos tragos, y todo parecería perfecto… pero las gafas tendrían un fallo: que al quitármelas yo sabría que nada de aquello es real, que las cosas no son siempre fáciles, que hay cosas que no puedes comprender, que el mundo no se arregla con buenos propósitos, que no siempre llueve a gusto de todos, que a veces no basta con imaginarse que las cosas van a mejor, porque a veces hay que hacer algo para arreglar lo que va mal.
«Y es que en el mundo traidor nada es verdad ni es mentira todo es según el color del cristal con que se mira».
"Las dos linternas" de Ramón de Campoamor (1817-1901)
Hubert Caño
titulo:"Y es que en el mundo traidor nada es verdad ni es mentira todo es según el color del cristal con que se mira"
Medio mix
No hay comentarios:
Publicar un comentario