domingo, 2 de mayo de 2010

Duplica los panes que debes dar a tu madre.

Duplica los panes que debes dar a tu madre.
Llévala como te ha llevado.
Ha cargado muchas veces contigo,
Y no te ha dejado en el suelo.
Luego que te dio a luz tras tus meses,
Ha ofrecido su pecho a tu boca durante tres años, con paciencia
Te ha llevado a la escuela,
Y mientras te enseñaban a escribir,
Ella se sostenía durante tu ausencia, cada día, con el pan y la cerveza de su casa.
Ahora que estás en la flor de la edad, que has tomado mujer y que estás bien
establecido en tu casa, dirige los ojos a cómo se te dio a luz, a cómo fuiste
amamantado, como a obra de tu madre.
¡Qué no tenga que vituperarte,
ni levantar las manos a Dios!
¡Y qué Dios no tenga que oír su queja!

poema
egipcio

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