jueves, 29 de abril de 2010

Entre cartones


Hace mucho tiempo un humilde muchacho que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar sus estudios, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de 1 centavo, y tenía mucha hambre, así que tomo la decisión de en la próxima casa pedir algo de comida. Sin embargo, al tocar la puerta de la casa, le abrió una encantadora y hermosa mujer, él se sintió avergonzado y en vez de pedirle comida le pidió un vaso de agua. Ella pensó que el joven aparecía hambriento así que le trajo un gran vaso de leche. El lo bebió despacio, y entonces le preguntó por cortesía, Cuánto le debo señorita? No me debes nada contestó ella. “Mis padres me enseñaron a dar sin esperar a recibir algo a cambio”. El joven muy contento, le dió las gracias y se marchó.

Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió físicamente más fuerte, sino que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. El había estado listo a rendirse y dejar todo. Años después esa joven mujer enfermó gravemente. Ningún doctor podía dar con el mal que la acechaba así que la mandaron por urgencias para la gran ciudad. Se llamó al Dr.Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla. La reconoció enseguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida. Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla. El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla. Él la revisó y entonces escribió algo en el borde y le envió la factura al cuarto de la paciente. Ella temía abrirla, porque sabía que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamo su atención:
En el borde de la factura leyó estas palabras….. “Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly”. Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así: “Gracias, Dios por que Tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos.”

obra: Entre cartones, somos felices
Medio mixto
Canvas /cartón
10.16 x 25.4 x 27.94cm

No hay comentarios:

Publicar un comentario