En la historia de la leche y sus derivados eran conocidos en toda Europa,
pero su consumo variaba de región en región.
En Roma y en Grecia la leche de vaca y la mantequilla no eran muy populares,
pero la de cabra se empleaba en la cocina y para hacer quesos. La de asno y la
de yegua más bien como medicina.
Esto se debió a que la leche y la mantequilla no eran alimentos fáciles de
conservar en el cálido clima mediterráneo, donde se usaba como grasa el aceite
de oliva..
Es más, los griegos y los romanos pensaban que beber leche era una costumbre
bárbara.
Según el escritor romano, Plinio, la leche se usaba para blanquear la piel de
las mujeres. Y además de Cleopatra, Popea, la esposa de Nerón, viajaba con
cientos de cabras para bañarse en su leche.
Por su parte, Marco Polo, quien viajó a China a finales del siglo XIII,
descubrió que los tártaros, que tomaban leche de yegua, la secaban al sol
después de separar la mantequilla y más tarde la bebían ligada con agua
Obra:Tres leche
No hay comentarios:
Publicar un comentario